15.9.13

16

Según divisaba a Carmen en el fondo, mis ganas de contarle todo lo que le tenía que decir iban aumentando por cada paso que daba.
- ¡Carmeeeeeeeeeeeeeen!
- ¡Hola! vaya énfasis que me traes ya desde por la mañana- Dijo acompañándolo de un bostezo
- ¡Es que llevo sin verte desde el jueves...! Ya me dijo Damián que te quedaste cuidando de tu hermana, ¿cómo está?
- Pues ya mucho mejor, era solo un constipado, nada grave... ¿Ha pasado algo interesante en mi ausencia?
-Buffff... Axel me pidió perdón- Dije echando la mirada al cielo 
-¿¡Qué!? ¿De verdad? ¿No te lo diría para aprovecharse?
- Que va... La verdad es que sonaba bastante sincero pero aún así me mantuve firme y no me ablandé con su mirada de cordero degollado
-¿Y qué le contestaste? No me digas que le perdonaste...
- Hmm... Sí, es que no me apetece seguir con tonterías. Seremos compañeros de clase y punto... - Carmen se encogió de hombros y tras una breve pausa, añadí - ¡Ah! ¿A que no sabes que? El otro día vi a Julio, el novio de Damián... ¡Tendrías que haberle visto! ¡Menudo pibón! 
- ¿En serio? Pues... ¿Sabes? No te he dicho... este finde me enrrollé con uno, lo mejor es que también se llama Julio, estaba deseando veros para contároslo - Dijo esbozando una sonrisa
- ¡Qué fuerte! ¡Verás cuando se entere Damián! ¿Tienes fotos de él? - Tras una afirmación, Carmen sacó el móvil y empezó a buscar la foto.
-¿Te imaginas que fuera el mismo tío con el que está Damián? - comentó entre risas - ¡Aquí está! Mira - Mi cara cambió automáticamente, no cabía en mi asombro lo que tenía delante, pero tenía que disimular, Carmen estaba demasiado contenta como para decirle que su Julio era el mismo Julio que vi besándose con Damián el otro día. - ¿A que es guapo?
- Sí... Es...¡Es muy guapo sí! - Intenté parecer contenta a pesar de que me estuvieran entrando calores. ¿Y ahora que hago? No quiero hacerles daño... Bueno, la verdad es que no tienen por qué enterarse, ¿no?
-Pues se va a venir a la fiesta que hace Sergio por su cumpleaños, así podré presentároslo - Me dijo sin parar de sonreír. Oh joder, ¿y ahora qué? ... Se van a ver los tres y se va a descubrir el pastel. Bueno, eso estará muy lleno, igual ni se ven... - En fin Ari, te dejo que tengo Lengua ahora y ya voy tarde, ¡te veo luego!
No tardé en reaccionar y me dirigí hacia clase, pero antes me pasé por el baño aprovechando que el de matemáticas llega siempre tarde. Me metí en el último lavabo, pero cuando estaba a punto de salir, oí a alguien entrar cuya voz me era realmente familiar.
-Pues eso tía, lo que te quería decir antes, que he vuelto con Axel...- Está claro que era Clara hablando con otra chica. Mi curiosidad me venció y me quedé a escuchar la conversación.
-¿En serio? Pero tía si se enrrolló con Ariadna, ¿No? Yo le mandaría a la mierda - Dijo su amiga.
-Lo sé. Pero me da igual. Ariadna no le va a volver a tocar ni un pelo a Axel, tenlo por seguro y si lo hace no me quedaré corta como la otra vez - ¿"...Corta como la otra vez"? Pero si me pegó una paliza... o yo soy una débil o esta mujer es una flipada.
-Ya...Bueno, no te preocupes, seguro que esta vez Axel ha entrado en razón y se va a quedar contigo.
-Si es que no entiendo que es lo que ve en ella... si es una friki y está todo el día como en las nubes- Suspiró e hizo una pausa- En fin, seguro que después de la fiesta de Sergio me voy a sentir genial, porque joder, necesito unas copas para asimilar todo esto... - Se oyeron unas risas de lejos y tras escuchar como se cerraba la puerta, salí de mi "escondrijo" y me miré al espejo un momento. ¿Axel ha vuelto con Clara? No lo entiendo, parecía que eso estaba más que acabado. ¿Qué es lo que tiene Clara que la vuelve tan adictiva para Axel? No entiendo nada... Pero bueno, ¡qué digo! ¡Que hagan lo que quieran! Suspiré, me lavé la cara, puse los pies sobre la tierra y salí con decisión del baño.

2.7.13

15

Otro día más, a clase. Menos mal que era viernes y el día no pintaba tan horrible, salvo por el hecho de tener literatura a primera hora.
Nada más llegar a la parada de bus llegó, así que subí y encontré un asiento libre junto a la ventana. El bus arrancó pero justo dos segundos después volvió a parar y abrió la puerta. Por la puerta entró Axel, jadeando ya que parecía que había corrido para no perder el bus. Me vio y decidió sentarse a mi lado. "Oh, genial..."
-¡Hola Ari! - me saludó alegremente.
-Ah, hola...
Me giré y miré por la ventana porque no me apetecía ni una pizca cruzar palabras con él. Estaba rabiosa porque desde aquella tarde en su casa no me había dicho nada salvo alguna que otra cosa en clase relacionado con deberes o trabajos. Tampoco buscaba que me dijera que me quería o que lo había dejado con Clara, pero no sé, creo que pedirme perdón es lo mínimo que podría hacer. Mientras mis pensamientos viajaban de un lado a otro girando alrededor de Axel, fue el propio Axel el que los interrumpió:
-Ari
-¿Hm? - respondí sin dejar de mirar por la ventana
-Verás... estos días he querido acercarme a ti para hablar sobre lo que pasó el otro día en mi casa pero Clara estaba muy mosqueada y estaba evitando una disputa... En fin, que el otro día se me fue un poco de las manos, me dejé llevar y... - se quedó en silencio un instante aunque parecieron horas - Lo siento, lo siento muchísimo. Fui muy egoísta contigo porque quise que nos enrolláramos cuando todavía estaba con Clara y después de que ella se hubiera metido contigo por lo de la fiesta. - estábamos llegando a la parada del instituto - Me comporté como un capullo y... no sé, no sé cómo decirte que lo siento.
El bus paró y yo me levanté para irme, y antes de salir, sin mirarle le dije:
-Sí, te has comportado como un completo capullo y has tardado la vida en pedirme disculpas, pero bueno, supongo que las acepto. - Le miré un instante y salí.
Busqué a Carmen por todas partes antes de entrar a clase porque quería contarle que al fin Axel se había atrevido a hablarme y a pedirme perdón pero no la encontré.
-¿Has visto a Carmen? - le pregunté a Damián cuando me senté esperando a que llegara el profesor de literatura.
-Qué va, me mandó un mensaje esta mañana y me dijo que su hermana pequeña tenía fiebre y que se tenía que quedar a cuidarla. Ya sabes, los padres trabajan y su abuela está en el pueblo así que no queda nadie más que ella para cuidarla
-Ya... - pusimos cara de fastidio los dos y decidí comentarle lo que había pasado hacía un rato a Damián pero justo entró Axel por la puerta así que decidí aplazar esa conversación para más tarde.

El día pasó volando y se hizo la hora de volver a casa. A la salida, Damián y yo caminábamos divertidos riéndonos recordando a la profesora de inglés que se había vuelto medio loca en clase. Justo cuando nos íbamos a separar para yo ir a coger el bus y el ir a su casa me dijo:
-Oh Dios... mira quién a venido a buscarme.
Damián dirigió su mirada hacia un chico alto, vestido con una camisa que marcaba todos y cada uno de sus abdominales, que mostraba una sonrisa radiante y que estaba apoyado en el capó de un coche plateado.
-Joder, Damián, podrías haber avisado de que ese tal Julio estaba como un puto tren. Ya verás cuando Carmen lo vea... ¡va a flipar!
Nos acercamos a él y Damián me lo presentó y le preguntó que qué hacía allí:
-He venido a buscarte por si te apetecía ir por ahí a comer algo y a dar una vuelta
Hablaba como los ángeles, qué voz más sensual Dios mío.
-Sí, genial - respondió Damián, al que los ojos le hacían chiribitas
-¿Te apetece venir con nosotros Ariadna?
-¿Yo? No, gracias por la oferta pero mi madre me espera en casa con el plato sobre la mesa. Si eso otro día podemos ir todos a tomarnos una cerveza o algo
-Me parece genial - respondió Julio y Damián asintió
Me despedí de los tortolitos y me fui hacia el bus mientras Damián se subía en el coche sonriendo. Me encantaba verle con alguien tan feliz porque parecía que quería tener algo más que un buenorro para echar un polvo, y era lo que él necesitaba, amor y no sólo sexo.

26.6.13

14

Aquel día amanecí con una sensación distinta, no tenía la misma desgana de siempre al poner los pies sobre el suelo. Me había despertado con ganas y nadie lo iba a estropear. En ese día la mejor forma de evadirme iban a ser mis amigos de los cuales casi no sabía nada debido a todos los problemas que me acechaban últimamente.
Quedamos en casa de Carmen acompañados como siempre de todo un banquete de galletas, patatas y chocolate mientras comentabamos los cotilleos de la semana.
-Pues dicen que Axel lo ha dejado con Clara... ¿Tú sabes algo Ari? - suelta Carmen mirándome como si se me hubiera olvidado contarle algo.
-¿En serio? No, no sé nada de él desde hace semanas, la verdad es que me da igual lo que haga o deje de hacer - digo con un tono de rabia intentando aparentar indiferencia.
-¿Y de Arturo? Ayer se rumoreaban cosas muy feas sobre ti, te llamaban de todo menos guapa... No nos has contado que pasó con él, por cierto - interviene Damián.
-¿Qué va a pasar? Empezó a desenterrar cosas del pasado intentando arreglar lo irreparable y le mandé a freír espárragos, ninguna novedad...
-¿Pero no te dijo nada importante? No sé tía ha pasado mucho tiempo, no deberías seguir siendo tan rencorosa - dice Carmen calmadamente intentando evitar alterarme, pero no lo consigue.
-No, no me dijo nada importante, pasaba de hablar con él, no sé para qué vino... Y, ¿cómo que rencorosa? ¿Y qué voy a hacer? ¿Sonreírle como si no pasara nada? Lo siento pero no.
-¡Di que sí! Ese no se merece ni los buenos días, no sé ni como se atrevió a ir a tu casa - suelta Damián. Muy típico de él ser tan rencoroso.
-En fin... Solo te digo Ari que tengas cuidado porque si las cosas han sido complicadas, ahora lo serán más, sobre todo con Clara... Pero bueno, ¿qué fue eso que nos querías contar el otro día que era tan "súper mega fuerte" Damián? - comenta rápido Carmen al ver mi cara de pocos amigos para evitar discutir.
-Ah sí, me enrrollé con uno muy mono el otro día.
-¿QUEEÉ?- Gritamos Carmen y yo a la vez.
-Sí, sí, se llama Julio y nos conocimos en un pub muy mono a unas manzanas de aquí... ¡Fue amor a primera vista segurísimo!
-¡Qué fuerte! - expresa Carmen, mientras yo sin quererlo me ausento pensando en mis problemas otra vez pasando la voz de Damián a un segundo plano y mis pensamientos al primero. "No quise escuchar a Arturo y a lo mejor tenía algo importante que decirme... ¿Y Axel? ¿Qué le habrá pasado con Clara? Debería haberle dejado ella a él por cerdo, no al revés... ¡Bah! Si a mí eso me da igual, que hagan lo que quieran..." Pero ni siquiera mis propios pensamientos sonaban lo suficientemente convincentes como para dejar de pensar en ello.