21.6.13

13

Me desperté sobresaltada por el recuerdo del beso con Axel aunque había ocurrido hacía casi una semana. ¿Cómo pude haberme dejado llevar de esa manera? Rápidamente me vestí y desayuné algo antes de salir de casa. Justo cuando estaba llegando a la parada del bus vi a un chico con una sudadera que reconocí casi al instante y me entraron ganas de darme la vuelta y volver a casa antes de que se percatara de mi presencia. Pero entonces se giró y sí, había acertado totalmente, era Arturo, el que me había robado tantas lágrimas. Buscó mi mirada, pero yo evité totalmente el contacto visual y me di la vuelta para ver si llegaba el bus. "¿Por qué cojones estará aquí? Seguro que viene a buscar a alguna amiguita suya...". Escuché un carraspeo:
-Ehm... ¿Ariadna? - me giré bruscamente y casi escupí:
-¿Qué quieres?
-¿Podemos hablar?
-No sé de qué tenemos que hablar tú y yo
-Venga por favor, el otro día te ayudé con la peleita que tuviste con la tía esa, devuélveme ese favor, no me seas.
-Yo no te pedí que me ayudaras, lo hiciste porque quisiste, así que no te debo ningún favor.
-No seas idiota, vámonos por ahí a desayunar y a tomarnos un café que me apetece hablar contigo y saber qué es de ti.
A pesar de no querer quedar con él tampoco tenía ganas de ir a clase y aguantar las miraditas (a veces lascivas, a veces interrogantes) que Axel me llevaba lanzando toda la semana por no hablarle así que decidí hacer pellas. Un día no haría daño a nadie.
Cogimos un bus y acabamos en un parque tomando un café y unos croissants.
-¿De qué querías hablar conmigo? - pregunté al rato, desconfiada
-Nada, solo quería saber qué tal estabas
-No me convences, si no quisieras hablar de algo en concreto no hubieras venido a buscarme
-Ya... en fin, me sigues conociendo después de este tiempo sin hablarnos - se rió pero sus ojos no mostraban una pizca de alegría - Nada, es sólo que... no sé, lo dejamos todo de manera tan radical que todavía no entiendo como pudo pasar.
"¿Hola? ¿Pero a este tío que cojones le pasa en la cabeza?"
-¿Que te liaras con Nira, que encima es mi prima, no es razón suficiente para dejarlo o qué? ¿Cómo puedes tener tanta cara de preguntarme algo así?
-Ya... bueno... no sé, es que nunca llegamos a hablarlo realmente y no dejaste que me explicara...
-¿QUÉ COJONES ESTÁS DICIENDO? ¿Pero tú desvarías o qué? Hola te pongo los cuernos con tu prima y con ganas, pero deja que me explique porque no es lo que parece... ¿eres idiota o qué? Te creía con un poco más de cabeza, joder.
Me levanté para irme y me agarró del brazo:
-Joder Ari no te vayas, no quería ofenderte ni nada...
-QUE ME SUELTES JODER.
Me zafé de su asquerosa mano y caminé rápidamente hacia la parada de bus haciendo caso omiso a sus plegarias para que volviera y poder hablar. "¿Pero quién cojones se ha creído este inútil que es para ponerse así?". Y entonces me di cuenta de que algo pintaba negro en todo aquello. ¿Por qué se había metido en la pelea? ¿Por qué quería hablar conmigo ahora? ¿Por qué tanto interés en nuestra antigua relación?
Demasiadas preguntas y a mí me faltaban todas las respuestas. Si mi vida fuera un examen sacaría un cero bien redondo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario